Primera temporada de la serie de fantasía juvenil de Netflix
Empecé a ver Destino por recomendación de mi padre, cuya opinión suelo tener en estima, ya que fue él quien me introdujo en el fascinante mundo de La Guerra de las Galaxias. Sin embargo, esta vez, reconozco que tuve mis reservas. La saga Winx está basada en una serie de dibujos animados de la probablemente no hayas oído hablar, a menos que nacieras en este mismo siglo o que tengas hijxs de menos de doce años.
La adaptación de la serie para niñxs
No obstante, si le das una oportunidad, como hice yo, descubrirás que esta primera temporada de seis capítulos, poco tiene que ver con la serie animada que se estrenó en 2014. Estereotipos, clichés y dramas adolescentes, reconocibles en los dibujos, que los personajes de carne y hueso tratan de superar, con un éxito relativo, aunque satisfactorio; al menos, para mí. Esta saga de fantasía juvenil, creada por el guionista de Crónicas Vampíricas, Briang Young, no es apta para los fans originales, salvo que lleven un par de años en el instituto; ya que, si a alguno de los espectadores le ha recordado a la vida en Hogwarts, sus personajes parecen más bien alumnos de «Las Encinas» (Élite).

El argumento
Pero vayamos al meollo, ¿de qué va Destino? En un mundo paralelo al nuestro, viven en secreto las hadas y unos humanoides, expertos en el arte de la guerra: los especialistas. Estos seres se preparan en la escuela de Alfea para una lucha que se siente inminente, y que está al acecho durante toda la trama. La llegada al centro de Bloom, una nueva alumna de cabello rojizo que viene del plano de los humanos, revoluciona Alfea y enciende la mecha de la desconfianza y la traición.
Las hadas
En Destino, las hadas han perdido las alas y manejan los elementos, como el agua, el fuego, el aire y la tierra. Algunas, además, tienen el poder de captar e influir en las emociones. Viven en diferentes reinos, protegidos de los Quemados: seres que se creían extintos, pero que tienen un vínculo misterioso con la escuela y con la nueva alumna.

¿Qué puedes esperar de la saga Winx?
Es una serie que encaja muy bien con la etiqueta «juvenil». No me malinterpretes, me encantan las historias protagonizadas por adolescentes, pero has de ser consciente de que las hormonas tienen un papel esencial en las relaciones que se crean entre los personajes y los impulsos que motivan el avance de la trama.
A pesar de esto, me parece que la serie cumple con el objetivo principal, que es el de entretener. Se desenvuelve con un ritmo ágil, los efectos especiales son convincentes y, aunque que los personajes pasan de puntillas por temas de actualidad como la bisexualidad, el feminismo y la gordofobia, lo hacen con cierto tino.
La plataforma de streaming prevé una segunda temporada. Yo la tengo en mi lista.
¿Y tú, vas a darle una oportunidad?